CREE METAS Y ALCÁNCELAS 

El poder de nuestra determinación nos hace perseverantes.  Tracemos nuestros propósitos en orden de prioridades y encontremos la forma de lograrlas.

 Comencemos por  resolver  nuestros asuntos, no los de las demás personas. No es actuar egoístamente, es el respetar el entorno de nuestra familia o amigos,  sus problemas les  pertenecen y no son de nuestra incumbencia.

Dediquemos tiempo a conocernos mejor, a enfrentarnos con nuestros temores, a aceptarnos y querernos. Pronto descubriremos la alegría de saber que tomamos la dirección  de nuestra vida . Ya no nos afecta lo que otros puedan pensar, total nosotros no somos psíquicos  para saber con seguridad la percepción que las otras personas  tienen de nosotros.