lunes, 12 de noviembre de 2012


CONSIDERACIONES FINALES

La mayoría de los seres humanos  sueñan con estar enamorados.  Con tener una pareja que los  haga feliz.

Esa  emoción  donde las mariposas están revoloteando en el  estómago, ese palpitar acelerado del corazón y esa ceguera ante ciertas realidades  solo ocurre en la etapa del enamoramiento, luego al pasar  los dos primeros años del comienzo de la relación en pareja,  se va en la búsqueda  de lo que se ha denominado el amor verdadero.

 Es esa clase de amor que se sobrepone a las diferencias, que toma consciencia de los  cambios y  se adapta a ellos.

Aunque el cuento de hadas es casarse y tener hijos, la gran mayoría de los problemas entre parejas surgen cuando ese sueño   se hace  realidad. Hay que ejecutar  algunos acoplamientos  para sobrevivir y mantenerse unidos. No todas las parejas están dispuestas o preparadas para llevarlos a cabo. Otros, minoría, deciden no casarse y algunos otros no tener hijos. 

Cuando  nacen los hijos, viene una fase  dificultosa,  un hijo es para la eternidad. La intimidad  y la libertad quedan limitadas. Un hijo es un integrante que ha sido invitado a acompañarlos por unos años hasta que se valga  por si mismo. El rol de amante en la pareja debe desempeñarse a cabalidad en esta etapa para que  la presencia de los hijos no sea un factor de perturbación sino de bendición.

  Los que optan por seguir los parámetros sociales y llegan al matrimonio,  se emocionan con  el traje de los novios, o  la luna de miel  ¡o  en la gran fiesta! Dejando de lado lo que es realmente importante ¿Los integrantes de la pareja están  listos y capacitados  a  comprometerse  para que la relación romántica que inicialmente los unió perdure?

El amor pareciera que es el pilar que sustenta la relación, pero no es suficiente si desde el inicio de la unión el comportamiento de ambos no esta  regido por el respeto, la armonía, el compañerismo  y la admiración .Los agravios deben ser evitados   porque causan  heridas  y dejan  una profunda cicatriz.

Vivir  en pareja,  es una sociedad donde el patrimonio está representado por el aporte que cado uno de los socios trae  a la relación. Ahora unificado el capital hay que darle un valor, que esa empresa tenga altos dividendos, y eso va a depender de un buen equipo dispuesto a hacerse mutuamente concesiones.

 Invitar  a   Dios a la  vida en   pareja facilita   que la unión prospere  y se consolide.  Todo inicio es difícil, pero el crecimiento y enriquecimiento de la relación hará más fuertes los lazos que los unan en el futuro.   Juntos deben   trazar  metas   y mirar  en la misma dirección, buscando el  equilibrio.
La unión exitosa se logra cuando uno halla  la otra parte de su ser, su otra mitad, entonces ahora si pueden emprender una vida llena de estímulo  en pos de su bienestar personal y familiar. En la Biblia se encuentra el mejor tratado sobre la sexualidad humana, el amor apasionado, frenético de  un hombre y una mujer.  En  el libro el Cantar de los Cantares se hace culto al amor en forma autentica y espontánea sin tapujos ni remilgos. “El optimismo de la amada y del amado en el Cantar de los Cantares es total, aun teniendo muy presentes las dificultades del camino emprendido. La compenetración y la felicidad de la pareja es inquebrantable.  Cuando un hombre y una mujer experimentan este misterio, salen fuera de sí mismos, buscándose y entregándose el uno al otro.. Ya no son dos.  Las dos mitades se han encontrado. ”

 El cristianismo prohíbe el divorcio. “Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre.” El Judaísmo sostiene que aunque el divorcio esta previsto, los sabios han asegurado que cuando esto sucede “Dios llora”, porque al casarse dos partes se han unido para constituir una sola y separarlas es dejarlas incompletas.

Hay que renovar cada día esa ilusión que condujo a la decisión  de vivir en pareja.  Enamorarse y volverse a enamorar, practicar tácticas de batalla para que ese fuego este siempre encendido y la llama, aunque a veces disminuya, no se apague.

La etapa más ardua es  cuando se cree que por estar un montón de años con la misma pareja, la vida es aburrida. Los que tienen un compañero quisieran tener libertad para hacer lo que hacen los solteros; lo que lo están , la mayoría de las veces, sienten que la soledad los agobia. Entonces qué hacer? Los acompañados a  encontrar ese ingrediente que le de ese  sabor que tenía la receta original. A los solitarios,  no sean tan exigentes, y si los son, tienen todo el derecho. Permanezcan solteros. La soltería también tiene su encanto.

Al final de la historia  todos pedimos:

SÓLO ÁMAME

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