CONSIDERACIONES FINALES
La mayoría de
los seres humanos sueñan con estar
enamorados. Con tener una pareja que
los haga feliz.
Esa emoción
donde las mariposas están revoloteando en el estómago, ese palpitar acelerado del corazón
y esa ceguera ante ciertas realidades
solo ocurre en la etapa del enamoramiento, luego al pasar los dos primeros años del comienzo de la
relación en pareja, se va en la
búsqueda de lo que se ha denominado el
amor verdadero.
Es esa clase de amor que se sobrepone a las
diferencias, que toma consciencia de los
cambios y se adapta a ellos.
Aunque el
cuento de hadas es casarse y tener hijos, la gran mayoría de los problemas
entre parejas surgen cuando ese sueño
se hace realidad. Hay que
ejecutar algunos acoplamientos para sobrevivir y mantenerse unidos. No todas
las parejas están dispuestas o preparadas para llevarlos a cabo. Otros,
minoría, deciden no casarse y algunos otros no tener hijos.
Cuando nacen los hijos, viene una
fase dificultosa, un hijo es para la eternidad. La
intimidad y la libertad quedan
limitadas. Un hijo es un integrante que ha sido invitado a acompañarlos por
unos años hasta que se valga por si
mismo. El rol de amante en la pareja debe desempeñarse a cabalidad en esta
etapa para que la presencia de los hijos
no sea un factor de perturbación sino de bendición.
Los que optan por seguir los parámetros
sociales y llegan al matrimonio, se
emocionan con el traje de los novios,
o la luna de miel ¡o en
la gran fiesta! Dejando de lado lo que es realmente importante ¿Los integrantes
de la pareja están listos y capacitados a
comprometerse para que la
relación romántica que inicialmente los unió perdure?
El amor pareciera que es el pilar que sustenta la relación, pero no es
suficiente si desde el inicio de la unión el comportamiento de ambos no
esta regido por el respeto, la armonía,
el compañerismo y la admiración .Los
agravios deben ser evitados porque
causan heridas y dejan
una profunda cicatriz.
Vivir en pareja, es una sociedad donde el patrimonio está
representado por el aporte que cado uno de los socios trae a la relación. Ahora unificado el capital hay
que darle un valor, que esa empresa tenga altos dividendos, y eso va a depender
de un buen equipo dispuesto a hacerse mutuamente concesiones.
Invitar a
Dios a la vida en pareja facilita que la unión prospere y se consolide. Todo inicio es difícil, pero el crecimiento y
enriquecimiento de la relación hará más fuertes los lazos que los unan en el
futuro. Juntos deben trazar
metas y mirar en la misma dirección, buscando el equilibrio.
La unión exitosa se logra cuando uno halla la otra parte de su ser, su otra mitad,
entonces ahora si pueden emprender una vida llena de estímulo en pos de su bienestar personal y familiar.
En la Biblia
se encuentra el mejor tratado sobre la sexualidad humana, el amor apasionado,
frenético de un hombre y una mujer. En el
libro el Cantar de los Cantares se hace culto al amor en forma autentica y
espontánea sin tapujos ni remilgos. “El optimismo de la amada y del amado
en el Cantar de los Cantares es total, aun teniendo muy presentes las
dificultades del camino emprendido. La compenetración y la felicidad de la
pareja es inquebrantable. Cuando un
hombre y una mujer experimentan este misterio, salen fuera de sí mismos,
buscándose y entregándose el uno al otro.. Ya no son dos. Las dos mitades se han encontrado. ”
El cristianismo prohíbe el
divorcio. “Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre.” El Judaísmo sostiene
que aunque el divorcio esta previsto, los sabios han asegurado que cuando esto
sucede “Dios llora”, porque al casarse dos partes se han unido para constituir
una sola y separarlas es dejarlas incompletas.
Hay que renovar cada día esa ilusión que condujo a la decisión de vivir en pareja. Enamorarse y volverse a enamorar, practicar
tácticas de batalla para que ese fuego este siempre encendido y la llama,
aunque a veces disminuya, no se apague.
La etapa más ardua es cuando se
cree que por estar un montón de años con la misma pareja, la vida es aburrida.
Los que tienen un compañero quisieran tener libertad para hacer lo que hacen
los solteros; lo que lo están , la mayoría de las veces, sienten que la soledad
los agobia. Entonces qué hacer? Los acompañados a encontrar ese ingrediente que le de ese sabor que tenía la receta original. A los
solitarios, no sean tan exigentes, y si
los son, tienen todo el derecho. Permanezcan solteros. La soltería también
tiene su encanto.
Al final de la historia todos
pedimos:
SÓLO ÁMAME
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