LA CORAZA

Cuando se vive para satisfacer a los demás, para darles lo que ellos esperan de usted,  esta interponiendo una defensa, una máscara que oculta sus verdaderos sentimientos y forma de ser.

Se adoptan poses y actitudes falsas para evitar defraudar a los seres que ama.

Se representan diferentes roles y se pierde la verdadera identidad. Es como un actor por profesión, no importa quien es  sino el  personaje que le toca encarnar.

No se puede permitir el vivir oculto tras una “pose’’ para ser aceptado y amado.

Mientras más sincero sea más logrará atraer a su vida personas autenticas y buenas.

El miedo a mostrarse tal cual es  le quitará oportunidades y lo hará más frágil.

En este continuo escondite las fuerzas se van mermando, en vez de ser utilizadas para mejorar las zonas erróneas que no le han permitido  hasta ahora  mantener una relación estable y satisfactoria.

El estar siempre a la defensiva lo hace prisionero, le impide gozar de la libertad de expresar sus verdaderos sentimientos, de amar y ser amado por lo que realmente es.

No muestre un poder que no detenta, nada tiene de malo mostrarse débil de vez en cuando, más aún cuando este es el momento para juntar los pedazos rotos y reconstruir   su corazón y amar de nuevo.