EL AMOR VERDADERO

El amor que se considera verdadero es aquel que se acepta sin condiciones previamente  establecidas, donde la pareja lleva a la relación lo bueno y lo malo que cada uno posee en forma equitativa.

El divorcio es un hecho devastador, traumático y socialmente mal visto. En ocasiones es la mejor solución entre lo inevitable y lo inaceptable. Nadie gana, todos pierden. Pero el mundo no se acaba, se necesita seguir viviendo y dependerá cuanto se ame a si  mismo para que la recuperación sea más rápida y que de ella salga fortalecido.

Si la autoestima de la persona era baja antes de acontecer el divorcio, éste resultará el fin. Sentirá que lo merece, que es tan mala que nadie la podrá amar de nuevo y que será incapaz de volver a confiar y entregar de nuevo su corazón.

Hay quienes tienden a curar la herida al precio que sea, por ejemplo teniendo  experiencias sexuales con cualquiera. Se trata de utilizar el sexo como una manera de demostrar que allí no estuvo la falla o simplemente para buscar ser amado  otra vez.

La realidad es que cuando se ame a si mismo con intensidad, se llenará de energía, que le dará la fuerza ante cualquier eventualidad, para amar y ser amado.