sábado, 4 de mayo de 2013



HISTORIAS DE LA VIDA REAL 
Katerina  se cuestiona su rol de madre
DECLARACIÓN DE CULPABILIDAD 


Después de mi experiencia como “ama de casa”, tengo claro lo que por tanto tiempo me atormentó: si de nuevo tuviera la oportunidad de retroceder el tiempo, haría exactamente lo que hice. Me gustó ser una ejecutiva y una madre part time.
Anteriormente criticaba a la mujer que sólo se dedica a ser ama de casa, pensaba que eran flojas y conformista. Pido excusas por ello. Es el trabajo más agotador, peor retribuido y más difícil de realizar. No sólo tienes que olvidarte de ti, sino que vivir en función de lo que quiere o no tu familia.
Si, realmente, el horario es flexible y no hay un enfrentamiento rudo con el mundo de los negocios, pero el precio es tan alto que yo no estaría dispuesta a pagarlo.
No me arrepiento de haber invertido parte del tiempo de mi familia al logro de mis metas, ello hubiese significado una frustración. Porque lo justo es cuando tu por elección decides que camino vas a tomar, no cuando se te impone. Yo siempre deseé ser una mujer económicamente independiente y la única forma honesta de obtenerlo fue trabajar arduamente.
Me confieso culpable de no desear ser un ama de casa, de quererme por encima de todo, por amar a mi familia pero sin sacrificar por ellos mis objetivos.

Por supuesto que para lograrlo, no tienes horario. Mis días se debatían entre mis diferentes roles: madre, esposa, amante, ejecutiva, sin orden de importancia, porque todos los debía cumplir. Mi carácter hiperactivo y formación gerencial me han ayudado a administrar el tiempo y optimizarlo. Muchas fueron las veces que en traje de oficina, en zapatos de tacón alto, estaba a pleno sol en las prácticas deportivas de mis hijos. Cuando iba a la peluquería, hacía las llamadas por el celular, escribía o revisaba los trabajos pendientes. El peluquero salía con el cuerpo adolorido de tanto moverse de aquí para allá, mientras yo lo usaba como parte de mi oficina portátil. Cuando Mariana estaba en la Universidad y regresaba, siempre tenía un acontecimiento, así que me preparaba para oír todas sus peripecias, sin chistar porque el reclamo era grande: “ tu trabajo y mi hermanito es lo que te interesa”. Al llegar a casa, mi atención se centraba en mi familia. No importaba el cansancio me disponía a disfrutar con mis seres queridos, la mayoría de las veces de buen humor y estirando lo que podía las horas.
Desde el inicio de mi segunda relación matrimonial, establecí la noche del viernes, sólo para mi pareja y para mí. Esa noche era la renovación de la pasión, del amor y el deseo, la disfrutábamos con tanta intensidad que sus efectos duraban hasta el otro viernes.
He luchado toda mi vida para impedir que me hicieran sufrir de nuevo, que limitaran mis posibilidades, que obstaculizaran el cumplir mis sueños. Mi trabajo fue la principal vía. ¡ Dios que difícil es alcanzar metas sin sacrificar algo o alguien!
Con mi realización profesional vino la de mi descendientes.  Cuando nace mi hija Mariela, me hice el propósito de darle todas las oportunidades que yo no tuve. Mi hija fue a buenos colegios, practicó los deportes que deseó; fue a Europa de viaje de 15 años y a campamentos vacacionales en su país y en el extranjero, carro propio a los 16 años. Estudió dos carreras universitarias, una en Venezuela y otra en EE.UU.
Hoy mi hija  mayor tiene 28  años, es una linda mujer, refinada, muy trabajadora ,tiene su propia empresa; responsable, respetuosa con sus padres, hermanos y semejantes, temerosa de Dios y agradecida.
Sólo me preocupa que, mi hija, es muy frágil, cualquier actitud hacía ella de agresión, la hace tambalear. Necesita saber que es amada y aceptada. Espero que el tiempo la fortalezca y la enseñe: no es tan importante que te quieran sino quién te quiere; que, ante el peligro, el que pega primero, pega dos veces y que la alegría es el cascabel del alma.
Mi  hija es tan familiar que continuamente disfrutamos con sus lindos detalles, en los cuales están plasmado el amor, que nos llena de ternura y admiración. El año pasado contrajo matrimonio. Tuvo la boda de sus sueños. Por circunstancias lamentables perdió a su esposo. Mariana esta intentando rehacer su vida y sé que lo logrará con la ayuda de Dios.! Ella se lo merece !.

Mi hijo menor, tiene 16 años, está viviendo una adolescencia alegre, cómoda, ya ha viajado a varios sitios del mundo,entre ellos Europa y Japón. Es un deportista, un líder nato, mediador entre sus amigos cuando hay algún problema, es pacifista y no deja que se cometan injusticias. Es un gran defensor de los desvalidos en el colegio, cuando por cualquier motivo el grupo de los cool tratan de mofarse de los no lo son. Es un joven relajado, a tal punto, que pareciera un ser indiferente hasta en responsabilidades vitales. Por otro lado, nos sorprende. En una ocasión, tenía 14 años, formaba parte de un equipo de football americano su entrenador le dijo que no siguiera insistiendo en jugar porque nunca sería un buen jugador. Le quitó la franela y lo sacó del equipo. Ese día llegó triste y desilusionado. Nos contó lo ocurrido, pero a la vez, nos manifestó que no se iba a darse por vencido, que iría a la práctica porque el deseaba aprender ese deporte. Por supuesto, lo apoyamos. Diariamente asistía al entrenamiento, soportó la humillación de que había sido objeto y con paciencia esperó una nueva oportunidad. Al poco tiempo logró que lo incorporaran y no sólo se destacó cómo jugador dentro de su equipo, sino que fue elegido entre los mejores de el condado donde vivimos. Con ello se ganó no sólo el respeto de su entrenador, jugadores, el de su familia y sobre todo se anotó, para su enriquecimiento personal, un fabuloso touch down.
Es finales de octubre de 2006. Ya se supone cumplimos como padres, pero sólo en una etapa. En la escuela de padres, no hay graduación.
A Mis hijos se le ha brindado un gran amor reflejado en palabras, caricias, compañía oportunidades, comodidades, alegrías, pero sin olvidarnos de inculcarles el valor de lo que tienen y el agradecimiento a Dios por ofrécernos una vida linda, que debemos valorar y compensar.
Todos los años, el 31 de Diciembre en la noche, les escribo una carta, que leen antes de la cena, donde hago un recuento de lo ocurrido, los lleno de esperanzas y sueños,les recalco lo vital de hacer el bien, de ser generosos, compasivos, humildes, de ayudar, respetar y amar a sus semejantes.
Adolfo ha sido un  verdadero  “Príncipe Azul”  ,el pilar fundamental de mi vida y la de mis hijos. A él le debemos en gran parte nuestras alegrías y realizaciones. Ha sido un verdadero padre para  mi hija mayor , quien lo adora y para  mi hijo menor  que lleva su nombre.
En  mí ha recaído la imposición de disciplina y restricciones, así que mi tarea es ardua y represento el papel de mala de la película. Dios me dio la oportunidad de cambiar la historia de mis hijos. Encontré que llevar una vida correcta, cumpliendo los principios morales fundamentales, de trabajo, cariño y oportunidades era el mejor regalo y retribución que podía ofrecerle a mi familia por haberme permitido realizarme en todos los sentidos.
Se fue la duda, la culpa y los remordimientos. No sé si he estado con mi familia en todos los momentos, pero si en los cruciales, compartiendo alegrías y tristezas. No he sido una madre abnegada, sufrida, “full time “, ni perfecta, he sido y soy una “madre.”. Yo me realicé y mi familia contó con una dirigente diligente, entusiasta y feliz.
Me siento recompensada. Deseo compartir unas líneas escritas por mis hijos.
DIA DE LA MADRE. Mayo, 2005. USA. Mariela : : “queridos papá y mamá : les escribo para expresarles mi gran amor hacia ustedes, por todas las oportunidades que me han brindado y por el gran apoyo que siempre he sentido de su parte. Mamá a ti no sólo debo la vida, sino el encontrar el camino para que consiguiera la felicidad. Jamás existirá alguien como tú, que con todas “tus cosas “ has hecho tan feliz a tanta gente y a mí en especial. Papá le doy gracias a Dios por que me dio el mejor papá del mundo. Mamá una vez más por darme la vida, gracias por cada detalle, por cada carta, por cada palabra, gesto, que me han llenado de felicidad y por haberme dado tantas oportunidades. Te amo y para mí tú eres única, especial, más que importante. Eres mis bases, mi estructura que finalmente me ha convertido en la mujer feliz que hoy soy. Los amo. Mariela  “
 Adolfo: “Mami hoy es el Día de las Madres, yo no sé escribir cartas tan largas y emocionadas como las de Mariela , pero si puedo decir que te quiero con todo mi corazón.  Adolfo Jr.
Otra  carta de Mariela fechada Diciembre 17, 2005, describe el significado, que para ella tiene, Dios y el agradecimiento, : “A MIS AMORES: Mi Mamá, Papá y hermano.
Hoy es un día importante en mi vida.. Es difícil expresar lo que se siente, una mezcla de inmensa felicidad,, nervios y sobre todo agradecimiento.
De eso se trata esta carta : agradecimiento y amor. Le doy gracias a Dios todos los días por bendecirme con una familia tan bella. Uds me han ayudado a ser lo que soy, hoy les doy las gracias por estar a mi lado en todos los momentos de mi vida. Por apoyarme, aunque sabían que me iba a caer, por levantarme y consolarme al caerme y por darme fuerzas para seguir adelante. Gracias, gracias….los amo.
A mi hermano  Adolfo: mi amor, haz llenado mi vida de felicidad, desde que naciste abriste un lugar en mi corazón. Tener un hermano como tú ha sido una bendición. Tus brazos, tus besos y tus locuras han sido una luz para mis ojos y felicidad para mi alma. Gracias bello angelito por estar en mi vida.
A mi PAPÁ, lo escribo así porque eso es lo que eres un inmenso PAPÁ. Dios fue muy misericordioso conmigo, me brindó la dicha de saber y disfrutar un papá tan bueno, cariñoso y generoso. Para mí tu serás por siempre mi amado papá. Te doy las gracias por abrir tu corazón y dejar que yo entrara a tu vida con tanto amor. Gracias por brindarme todas las oportunidades, alegrías, por dejarme ser tu hija y amarme como lo haces. Te amo.
Y por último, a la más importante de mi vida, a mi debilidad, a mi dolor de cabeza, a la mujer más bella, a la madre más hermosa, a mi especial MAMÁ.
MAMÁ, GRACIAS, TE AMO. Dios permitió que naciera en momentos difíciles para ti y pienso que lo hizo por una razón, para que las dos nos amaramos y nos apoyáramos siempre.
Mamá tú eres mi otra pierna cada vez que no puedo seguir caminando. Mamá, tú  has sido la bendición más bella del mundo. Le doy gracias a Dios, por permitirme nacer de ti y por permitirme seguir a tu lado. Mami, gracias por todos tus consejos, cuidados, críticas y sugerencias. Gracias por estar en todos los momentos de mi vida por cuidarme y protegerme.
Hoy es un día de alegría y donde ambas debemos estar unidas. Madre hoy no me pierdes, nunca sucederá. Tú siempre estarás ahí y yo siempre estaré contigo. Tienes que recordar el nexo que tenemos las dos, que es irrompible.
Mamá a ti todo te lo debo, te amo y de verdad no sabes cuánto te amo. Gracias por acompañarme en el difícil camino que fueron estos últimos años. Gracias por ser tú la me hayas ayudado a vivir esta inmensa felicidad. Los amo con todo mi corazón. Su hija y hermana por siempre.

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