HISTORIA DE LA VIDA REAL 

Katerina  termina  su travesía  en Japón. 

Lunes 7-9-82.
Nos dieron el día libre, la mayoría prefirió ir de tiendas y yo tomé el tren Bala y me fui a Hiroshima.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el 6 de Agosto de 1945, EE. UU, arrojó la primera bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima. El reporte de daños fue: 129.558 personas murieron, salieron heridas o desaparecieron. Más de 176.987 perdieron sus hogares. Cada 6 de Agosto desde 1947 participan en una ceremonia en el Parque de La Paz, construido en el lugar donde explotó la bomba.
Al llegar a Hiroshima, fui al Museo donde tienen expuestos los estragos producidos y como un recordatorio permanente de lo que allí ocurrió. En la entrada hay personas lesionadas, con malformaciones, que según ellos se deben al daño genético ocasionado por las radiaciones de la bomba. Realmente son muy tristes las escenas. Hay una gran llama prendida, una antorcha, que simboliza que estará encendida hasta en que el mundo haya paz.
En la noche me reuní con mis amigas para ir a cenar en uno de los 30 restaurantes que tiene el Hotel, luego nos fuimos a caminar por una calle cercana, se llama Akasaka, es muy iluminada.
De regreso en el Hotel, Gloria, deseaba tomarse un trago y me pidió la acompañara. Entramos en unos de los bares y nos sentamos a disfrutar de nuestras bebidas, al rato se nos sentaron 6 hombres árabes, son muy gentiles y nos invitaron a ir a otro lugar a bailar. Lo lamento por Gloria, pero ni loca voy con gente que no conozco, en una ciudad casi desconocida y sin saber el idioma.
Mi pareja era un árabe muy buen mozo, de película, parecía un sultán, creo que eso me asustó también,!a lo mejor me lleva para su harén y nunca más vuelvo a ver a mis seres queridos!. Con cortesía me despedí, dejé a Gloria con ellos y me fui dispuesta a dormir. De camino a mi habitación me habló un señor en español, que también estaba en el bar y había oído parte de la conversación donde le explicaba a Gloria que me daba mucho miedo salir con desconocidos fuera del recinto del hotel, nos pusimos a conversar, me acompañó a mi habitación, sólo hasta la puerta, y me hizo prometerle que aceptaría una invitación para salir mañana.


Miércoles 8-9-82.
Dedicamos parte del día a conocer las instalaciones del hotel, es tan grande que lleva su tiempo recorrerlo.
En la tarde me llamó el señor que conocí la noche anterior para recordarme la invitación, pero me excusé porque no recordaba que teníamos una salida en la noche programada por el tour.
Fuimos con el grupo a cenar en un restaurante típico llamado Suehiro, la comida que nos sirvieron se llama sukujaki y la bebida sake, es como el aguardiente pero se toma caliente, luego fuimos al Cabaret Mikado a ver un espectáculo musical, tipo las Vegas y después a una casa de Geishas, donde pudimos presenciar sus bailes típicos y rituales. Invitaron a los presentes para que aprendieran una danza, yo fuí pero más fue lo que me enredé que lo que bailé. La preparación de una geisha era intensa e integral, se les enseñaban a danzar, a moverse adecuadamente, a ser prudentes, a servir con sumisión, pero a la vez con galanura; desde muy jóvenes se eligen (las apéndices se le llaman Maikos) para convertirlas en un personaje clave para el entretenimiento de los hombres. Algunos han tildado sus actuaciones como actos de prostitución, pero estoy convencida de que esta apreciación, no les hace justicia. Eran mujeres cultas que dominaban el arte de la seducción pero con refinamiento, dignidad y disciplina. Fueron productos de una cultura que las necesitó para mitigar soledades y disfrutar momentos felices ante la rigidez de exigencias radicales. Actualmente las jóvenes japonesas que eligen ser geishas ya no cumplen las mismas funciones que en el pasado; son una atracción turística en centros destinados para tal fin, o hacen las veces de acompañantes en reuniones sociales o de negocios.
Montados en el autobús en nuestro camino de regreso al hotel, pasamos por un Barrio de vida nocturna para los jóvenes, se llama algo así como Rompongni y por una calle parecida a la 5ta Avenida de New York.
Regresamos al hotel como a eso de las 11: 30 PM. El señor de la invitación me estaba esperando, su gentileza me hizo quedarme con él un rato a conversar y tomarnos unos tragos. A las 2: AM, me excusé, pero debía irme porque mañana salimos a las 6: AM para Kyoto.


Jueves, 9-9-82.
Nos trasladamos a Atami, donde tomamos el tren bala para Tokyo, hicimos escala en la ciudad de Kamakura.
Aquí se encuentra el buda más grande de Japón, fuimos al Lago de Hakone y vimos el Monte Fuji, el más alto de Japón.
Nos embarcamos de nuevo en el tren, ahora si, directo a Kyoto. En el trayecto no dejaron dormir a nadie,!nunca había visto un grupo tan animado, alegre y simpático!.
Empezaron a brindar whisky, me fueron a buscar a mi asiento y me tomé como cinco, puros y de una vez. Llegamos al hotel como a las 8: PM, nos bañamos y nos fuimos a comer algo y a dar unas vueltas por los alrededores.

Viernes, 10-9-82.
Iniciamos nuestro recorrido en el Templo de Un Mil y Un Buda. Fue construido como un ruego para la protección de Kyoto. Nos dirigimos a El Pabellón de Oro, donde se encuentra un Templo Zen, de una secta budista. Visitamos el Santuario de Gian donde se firmó la película Sahonara.
Kyoto tuvo once siglos como capital imperial. Es una ciudad antigua, típica japonesa, sus monumentos son originales porque la ciudad no sufrió los bombardeos durante la guerra.
La riqueza espiritual de Kyoto es impresionante y hermosa, sus jardines, sus monjes, sus habitantes.
Los monjes Ayari son considerados casi santos, pues para obtener ese título tienen que pasar por pruebas muy duras. Una de ellas es caminar por lo menos 40 kilómetros diarios, durante mil días, comiendo y bebiendo muy poco, al finalizar deben dedicarse a la meditación por 15 días sin comer y beber. Los que estén en buenas condiciones después de pasados esos 1015 días llegan a ser parte de los Ayari.
Uno de los grandes monumentos de la ciudad de Kyoto es el Jardín Zen. Consta de una superficie de arena con 15 rocas, El jardín original tenía 16. Hay una leyenda que dice que cuando el jardinero terminó su obra, llamó a El Emperador para contemplarla.!Magnifico!, dijo El Emperador: “es el más hermoso del Japón. Y ésta la más bella roca del jardín. Inmediatamente el jardinero sacó la roca que el emperador había apreciado y la tiró fuera del jardín. “Ahora el Jardín está perfecto, dijo El Emperador.
“No existe nada que sobresalga y así puede ser visto en toda su armonía. Un jardín como la vida, tiene que ser visto en su totalidad. Si nos detenemos en la belleza de un detalle, todo el resto parecerá feo”.
El nacimiento del jardín zen vino por la necesidad de crear un espacio que fuese utilizado para la meditación. En él se expresa la espiritualidad, no tiene elementos de riqueza material, sino objetos naturales, simples y austeros.
En la noche fuimos a cenar y presenciar otra ceremonia del té, artes marciales y arreglos florales.
Los hombres del grupo se aburrieron un poco.


• Los datos, nombres y hechos históricos narrados en este diario fueron tomados de guías turísticas y no necesariamente son los fidedignos.


Ya nuestro viaje está llegando a su fin. Mañana regresamos a nuestra tierra, a Venezuela. En la travesía, el tiempo ha sido utilizado a plenitud, de gran enriquecimiento cultural y de una hermosa camaradería.
Por supuesto, hicimos una fiesta de despedida, intercambiamos teléfonos y nos hicimos promesas de vernos pronto.
Todos los días pensé en mi hija. Ahora me emociona el saber que pronto veré a mi negrita, pero me entristece pensar que a lo mejor él ya me olvidó, en un mes han podido pasar muchas cosas.
Sea lo que sea, creo que estoy preparada. 

CONTINUARÁ