martes, 23 de abril de 2013


HISTORIAS DE LA VIDA REAL 

Katerina regresa a Venezuela y....


SUENAN LAS CAMPANAS
Katerina al salir del avión, que la trajo de vuelta a su Venezuela querida, lo primero que vió fue al hombre que amaba. No sé como logró que le permitieran estar en esa zona, lo cierto es que él estaba parado del otro lado de la puerta del avión cuando ésta se abrió. La abrazaba, la miraba y la tocaba como si ella fuera irreal, lo hizo con tanto amor que comprendió que era el hombre con quien quería compartir el resto de su vida.
Comienza el verdadero noviazgo, se hicieron inseparables. Él la llenó del amor conque toda mujer sueña. Era atento, detallista, apasionado, delicado y sobre todo en poco tiempo se ganó el cariño de su hijita, a quien llamó para siempre “su petiza”. En corto tiempo le propuso matrimonio. Katerina estaba asustada, temía dejar su soltería, aunque reunía todos los requisitos para hacer feliz a cualquier mujer, sentía que era muy pronto para tomar una decisión que conllevaba tan grande responsabilidad.
Cuando la mamá y el ex-esposo de Katerina se enteran de que ella está enamorada y que parecía que iba en serio la relación, le hicieron la vida insoportable. La primera alegaba que no era conveniente dar un padrastro a su hija, sólo tenía 3 años, que debería volver con su ex-exposo y éste insistía en lo mismo. Durante el tiempo que Katerina estuvo sola en su papel de divorciada, nadie de su familia vino a ver cómo estaba, qué necesitaba, qué sentía,cómo hacía para mantener a su hija. Afrontó su soledad y se refugió en Dios para llenar en parte el silencio y la indiferencia. Fue tanta la presión que llegó hasta el punto de pensar seriamente en romper la relación, por su hija. ¿Pero cómo se lo dice él?, se preguntó
Él estaba en el exterior en un viaje de trabajo que duraría una semana, aunque no le gustaba escribir, es de esos hombres prácticos que prefieren el teléfono para decir lo que desean o sienten, pero sabía que Katerina era muy romántica. Durante su estadía le envió varias cartas sólo para complacerla. El amor, el deseo, la añoranza estaban impresos en cada una de sus líneas.
Monteal 8/11/82. “...en la cena hablé mucho de tí como un chico enamorado, cuanto me gustaría tenerte a mi lado, hice un brindis en silencio porque nuestro amor dure una eternidad... New York 10/11.. “.Es de noche y estoy pensando en ti....estoy un poco triste por no estar contigo, te quiero, te quiero... no son palabras sino que lo siento en lo más profundo de mi ser....11/11.. “..Acabo de colgar el teléfono y me siento feliz por haber escuchado tu voz y a la vez triste por tenerte tan lejos, quisiera es este momento estar a tu lado, me hace falta mirar tus lindos ojos ... me estoy poniendo romántico y me está gustando, mañana salgo para París y desde allí te escribiré. París 14/11.. “.estoy en este momento viendo tu foto y mi primera reacción es irme al aeropuerto y tomar un avión para Venezuela, estar separado de ti es terrible, cada día me haces más indispensable en mi vida, piensa en mí...15/11...estuve reunido todo el día, la Directiva de la empresa me dijo que sentían mucho lo que había sufrido estos últimos años, pero que me veía muy bien, estuve a punto de contestarles que prácticamente había resucitado al encontrar un amor muy grande. Te quiero mi vida y pienso en ti constantemente, estoy contando los días para volver a estar contigo, piensa un poquito en mí y no te preocupes por las francesas que son nada comparadas con mi negrita barloventeña......” .¡Dios cómo no amar este hombre!. Cómo le digo, que por amor a mi hija debo renunciar a mis sentimientos!, pensó Katerina. Pareciera la trama de una novela cursi de televisión.
Al él regresar y dejar pasar unos días, en los cuales la presión familiar continuaba, toma valor y como baluarte su sentido del deber, una noche le cuenta lo que le estaba pasando. Su desconcierto fue atroz, se mantuvo silencioso y al día siguiente le envió un ramo de flores con esta carta: “Mi tesoro grande.: Son las tres de la mañana y el sueño no ha querido llegar. Que recuerde no había escrito antes cartas de amor, las cuatro precedentes estaban llenas de esperanza, sueños y deseos, lamento que esta no contengan lo mismo pero sí el mismo amor, se me está derrumbando algo que yo consideraba estaba sólidamente construido, pero después de anoche me doy cuenta que sólo era un castillo de arena. Comprendo totalmente tu punto de vista y admiro el coraje de volver a enfrentarte con una relación que te hizo daño...tus razones deben ser muy poderosas. Espero que esta vez tu vida cambie y logres la felicidad que te mereces...Yo estoy sufriendo terriblemente, pasará mucho tiempo para que mi herida sane y seguirás siendo mi gran amor, no sé en que fallamos y por qué llegamos a esto pero nunca podré olvidarte...... Te deseo lo mejor en tu nueva y ardua tarea. Cuenta conmigo para todo y para siempre....Estas flores no son un adiós sino UN TE AMO....”.
Al día siguiente Katerina mandó a todos a........, y los pocos meses se casó con  Adolfo.
El matrimonio fue organizado totalmente por el novio de Katerina, desde la comida hasta los detalles más comunes en este tipo de eventos. Se realizó en la casa de él, se invitaron a los amigos más íntimos. La ceremonia fue conducida por una de sus amigas jueces, Elizabeth , quien la condenó: “a ser feliz para toda la vida”.
Al matrimonio, por parte de la familia, sólo asintieron el papá y la hermana de Katerina, los otros miembros de la familia se excusaron por diversas razones. Esto causó cierta tristeza, pero el amor la disipó rápidamente.
Adolfo  tenía que ir a Europa por trabajo, así que decidieron que allí pasarían su luna de miel. Él se fue primero para cumplir con sus compromisos y al terminarlos, Katerina voló para encontrase con su príncipe. Su hermana se encargó de cuidar a Mariana durante su ausencia, así que se fue más tranquila a iniciar una nueva etapa de su vida.
Katerina le pide que la espere en el aeropuerto, en París, con un ramillete de flores como en las películas; él que es austero, reservado, serio y muy práctico, de nuevo para cumplir sus deseos, al llegar lo tenía en la mano y se lo entrega en forma veloz. Katerina le pregunta: “ ¿Por qué tanto apuro? ". Él le contesta: “no lo vas a creer pero me he encontrado con dos personas conocidas y me vieron con tanto asombro, que no sabía donde colocar las flores”.

CONTINUARÁ 

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