martes, 23 de octubre de 2012


EL DIVORCIO

CUANDO HAY HIJOS

El divorcio no sólo desintegra la unión de la pareja , sino que perjudica el entorno familiar . Los hijos, cuando son menores,  no tienen elección; se quedan a vivir bien con su madre, que es lo habitual, o con su padre. Viene luego la asignación de  la horas o días de visita del otro progenitor, las peleas por el sustento económico o porque el uno o la otra tienen una nueva pareja. Los hijos de divorciados tienen un  alto índice de depresión y  desarraigo porque se sienten que fueron abandonados.  Los  amigos de la pareja que se divorcia no saben con quien de ellos continuar la amistad, generalmente se distancian de ambos y los excluyen de su círculo.

Los hijos son el  tesoro, el premio de haber vivido en pareja. Por eso es que cuando ocurre un divorcio deben ser cuidados, protegidos y nunca usados para herir al “supuesto culpable’’.  El divorcio siempre es culpa de ambos,  y en el supuesto de no ser así los hijos deben ser excluidos de este proceso de separación.  Los hijos no pueden ser sometidos a elegir a quién querer o con quién quedarse, no deben ser utilizados para retener o castigar al que abandona el nido.

Los primeros seis años de la vida de un niño son los más importantes, lo que ocurra en ese ínterin quedará grabado para siempre. La adolescencia es otra etapa frágil, donde se están produciendo significativos cambios.

Tenga esto en cuenta cuando tome cualquier decisión o cuando pretenda hacer de su hijo instrumento de su venganza.

Nada justifica  el dolor que se causa a un hijo por su incompetencia o incompatibilidad con su pareja.  Lo que tenga que hacer, hágalo pero no involucre a su hijo, déjelo fuera de su guerra.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Queremos escuchar tu opinión, saber qué es el amor para ti, qué te aleja de sentirlo, qué amas de amar...